jueves, 26 de abril de 2012

SEVERO OCHOA






Ochoa nació en Luarca (Asturias) el 24 de Septiembre de 1905. Su verdadero nombre era José Genaro Ochoa de Albornoz y era el menor de siete hermanos. Su padre falleció cuando Severo tenia siete años, en esta época la familia se traslada a vivir a Málaga durante los inviernos buscando un clima más benigno, debido a la bronquitis crónica que padecía su madre. Curso sus estudios hasta los siete años en el colegio de los Hermanos Maristas de Gijón y después hasta los diez, en el colegio de los Jesuitas de Málaga. Los estudios de secundaria los cursó en el instituto de bachiller de Málaga donde conoció a Eduardo García Rodeja, profesor de química que le despertó el gusto por las ciencias naturales. Al terminar bachillerato a los 16 años ya tenia el firme propósito de dedicarse a la biología experimental y por aquel entonces, los estudios de medicina eran el mejor acceso a la biología. A los 17 años ingresó en la universidad de Madrid para cursar la carrera de medicina, atraído por la personalidad científica de y humana de Santiago Ramón y Cajal (premio Nobel de medicina en 1906). Supuso una gran decepción para Ochoa que Ramón y Cajal se hubiera jubilado un año antes de cursar su asignatura de Histología.  Allí conoció a Francisco Grande Covián con quien colabora en un estudio sobre el papel de las glándulas adrenales en la  contracción muscular que ampliado habría de convertirse en su tesis doctoral. Completo su formación en varias universidades europeas, tras terminar a los 23 años la carrera publica en Alemania un trabajo que resultó impactante: Ochoa demostró la capacidad del músculo para obtener energía de fuentes diferentes a las ya conocidas. El 8 de agosto de 1931 a los 26 años se casó en Covadonga con la gijonesa Carmen García Cobián y en el mismo año fue nombrado profesor adjunto de Fisiología. El estallido de la Guerra Civil Española provocó que el matrimonio Ochoa se viera forzado a iniciar un peregrinaje geográfico por Alemania, Reino Unido y finalmente  Estados unidos donde se refugiaban decenas de investigadores europeos debido al estallido de la Segunda Guerra Mundial. A los 37 años dio   por terminada su formación y acepta un plaza en el Departamento de Medicina de la Universidad de Nueva York y comienza su propia investigación científica como investigador independiente. Hasta los 69 años desarrollo su carrera científica en esa facultad de medicina de la universidad de Nueva York. En 1956 publicó junto con la bioquímica Marianne Grunberg-Manago, el aislamiento de una enzima del colibacilo que cataliza la síntesis de ARN, el intermediario entre el ADN y las proteínas, la llamaron << polinucleótido-fosforilasa>> a la enzima, conocida luego como ARN-polimerasa. En 1956 el norteamericano A.Kornberg, discípulo de Ochoa, demostró que el ADN se sintetiza igualmente mediante su polimerasa. Ambos compartieron el premio Nobel en su edición de 1959. Gracias a su descubrimiento se completó el desciframiento de la clave genética. En el verano de 1961 Ochoa se reunió con la comunidad científica española y estimula la creación de la Sociedad Española de Bioquímica, posteriormente el 27 de septiembre de 1957 se inaugura el CBMSO, la iniciativa del profesor Ochoa de crear en España un Centro de Investigación en Biología Molecular de prestigio Internacional. Este centro surge la unión del Instituto universitario de Biología Molecular de la Universidad Autónoma de Madrid, de los Institutos de Biología del desarrollo y Bioquímica de Macromoléculas del CSIC y de la sección de Genética del Desarrollo del CSIC y en el centro se integra además como parte fundamental y pionera en España un Departamento Técnico programado que dota al CBMSO de una infraestructura experimental y técnica de vanguardia equiparable a otros prestigiosos centros del extranjero. A los 77 años fue galardonado con el premio Ramón y Cajal. A los 80 años regresa definitivamente a España y fija su residencia en Madrid y a los 88 años muere en la misma ciudad a causa de una neumonía, fue trasladado a Luarca para ser enterrado con su esposa que murió cuando Ochoa tenía 82 años.

                                                                                              Eduardo Pedraza Granado

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